Isabel Ambrosio, alcaldesa de Córdoba y presidenta de EMACSA
50 años de compromiso que culminan con una mayor protección social y medioambiental
Isabel Ambrosio, alcaldesa de Córdoba y presidenta de EMACSA
Tratándose de un recurso tan absolutamente determinante y básico para la vida -y teniendo en cuenta que los niveles de calidad eran y son óptimos-, mi objetivo primero desde que asumí la presidencia de EMACSA fue introducir el concepto de igualdad y de protección social para todas y cada una de las personas sobre las que tenemos competencia en materia de agua.
Nadie sin agua, sean cuales sean sus circunstancias económicas o sociales. Y, por supuesto, nadie sin agua, sean cuales sean su procedencia, su raza, su sexo o sus creencias. En el acceso al agua no cabe la discriminación de ningún tipo, ésta ha sido mi hoja de ruta y mi propósito durante estos últimos cuatro años.
De ahí, el Mínimo Vital, que da cobertura a personas que por diferentes circunstancias no pueden hacer frente a la factura del agua; de ahí, la bajada de tarifas y la reducción de las mismas a determinadas capas de la sociedad como son las personas jubiladas y pensionistas; de ahí, el apoyo a quienes cuidan de la tradición de nuestros patios, que han visto bonificada su factura del agua en un 50%.
En esta misma línea, -la de llevar el agua a todos aquellos lugares en los que tengamos competencias-, hemos trabajado para dibujar un nuevo escenario y ofrecer una nueva oportunidad a las parcelaciones que, con la reforma de la LOUA, ahora tienen una nueva posibilidad de conseguir suministros básicos.
Al mismo propósito responden todas y cada una de las inversiones que se han realizado para la mejora y renovación de nuestras centrales y de nuestras redes de abastecimiento y saneamiento, que son las arterias con las que llevamos el agua, en igualdad de condiciones, a todos los domicilios e industrias que ocupan nuestro callejero.
A todo ello se suma, el compromiso con el medio ambiente y con la sostenibilidad del planeta; algo que ha fijado nuestra forma de actuar como empresa directamente relacionada con un recurso natural, imprescindible en la lucha contra el cambio climático.
Éstas y otras muchas actuaciones serían pura utopía si a EMACSA no la precediera una historia repleta de profesionales que han encontrado en la excelencia su razón de ser y de trabajar. A ellos y a ellas, la ciudadanía de Córdoba le debemos un reconocimiento que hoy les quiero hacer llegar a través de estas líneas.
Son 50 años de una historia que empezó como empiezan las grandes historias, con la voluntad de afianzar un compromiso.
El 23 de enero de 1969, veintiún “señores Capitulares” plasmaban con su voto a favor la apuesta decidida por una gestión del agua más ágil y efectiva para Córdoba. Ese día, el Pleno del Ayuntamiento aprobaba por unanimidad la transformación del Servicio Municipal de Aguas Potables en empresa municipal, con forma jurídica de Sociedad Anónima y con el nombre de Empresa Municipal de Aguas de Córdoba, que quedaba resumido en las siglas EMACSA.
Comenzaba aquí el primer trámite efectivo para dotar a la ciudad de un sistema de abastecimiento de agua potable a la altura de las necesidades de una población que aumentaba en número y en extensión.
A lo largo de estos 50 años han cambiado muchas cosas, para empezar, los “señores Capitulares” ahora cuentan entre sus filas con otras tantas “señoras”, abriendo la puerta a una mirada más acorde con la realidad. Fruto de esta nueva mirada, EMACSA ha ido adaptando su gestión a las nuevas demandas.
Gestionar el agua va mucho más allá de conseguir que asistamos sin sobresalto a un hecho portentoso como es abrir el grifo y que fluya el agua. Gestionar el agua implica asumir que todos y todas somos iguales en nuestra necesidad y en nuestro derecho, esa es la auténtica convivencia.
A todas aquellas personas que durante estos 50 años han hecho posible esta convivencia, mi felicitación y mi agradecimiento. Con el deseo de que podamos disfrutar de este agua muchos años más, celebro este cumpleaños por EMACSA y por Córdoba. Feliz día a todos y a todas.